R8. Por ejemplo, en el caso de pasar datos de color desde un perfil RGB a un perfil CMYK, normalmente la forma en la que salen los colores se calcula cada vez que se transmiten datos.
Si se calculase de forma previa, "mediante la predeterminación de qué resultado de cálculo debe utilizarse para imprimir una tarea con dos perfiles concretos", podría incrementarse la velocidad de procesamiento de la impresión.
Otra ventaja es que "las impresiones suelen tener mejor acabado que cuando se imprimen con una conversión de color normal debido a que no se pierde información del color K".